sábado, 26 de noviembre de 2011

Aires acondicionados, enfrían la casa pero calientan el planeta

Para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de dos grados Celsius y mantener a raya el cambio climático, se requiere una serie de acciones urgentes sobre un grupo de sustancias químicas cada vez más utilizadas en productos como equipos de aire acondicionado, refrigeradores, equipos de extinción de incendios y espumas aislantes.


Estas sustancias químicas, conocidas en su conjunto como hidrofluorocarbonos (HFC), se están popularizando como reemplazo de otras que ya han sido eliminadas o están en proceso de total eliminación para proteger la capa de ozono (la pantalla externa de la Tierra que filtra los niveles peligrosos de radiación solar ultravioleta).

Un informe publicado el miércoles por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señala que, para 2050, los HFC podrían ser responsables de emisiones equivalentes a entre 3,5 y 8,8 gigatoneladas (Gt) de dióxido de carbono, una cantidad comparable al total actual de las emisiones anuales derivadas del sector transporte, estimado en cerca de 7,6 Gt.

Achim Steiner, subsecretario general de la ONU y director ejecutivo del PNUMA, recordó que en los últimos 20 años gracias al esfuerzo y la cooperación internacional se logró eliminar los químicos originales usados en estos equipos y que eran conocidos como CFC. En 2010 fueron oficialmente suspendidos en todos los países del mundo y reemplazados por los HFC.

"Sin embargo, mientras los países avanzan en la eliminación de los CFC, un nuevo desafío emerge rápidamente: los HFC. Aunque estos productos químicos sustitutos de los sustitutos no causan casi ningún daño a la capa de ozono, constituyen en sí mismos potentes gases de efecto invernadero”, señaló Steiner.

Según el informe del PNUMA, presentado hoy en Bali (Indonesia) existen alternativas ligadas a soluciones tecnológicas que permiten comenzar a abandonar el uso de los HFC más potentes en la actualidad.

Los HFC, junto con el CO2, el metano y otros gases, están controlados por el Convenio Marco de Lucha contra el Cambio Climático de las Naciones Unidas, y su Protocolo de Kyoto.


http://www.elespectador.com/impreso/cultura/vivir/articulo-312990-aires-acondicionados-enfrian-casa-calientan-el-planeta


lunes, 18 de julio de 2011

¿Qué significa el término ‘sustentable’?





¿Qué significa el término ‘sustentable’?, ¿Qué es la sustentabilidad?. En 1972, durante una conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, celebrada en Suecia, se planteó que el mundo atravesaba por una crisis ambiental nunca antes vista, tras lo cual, la defensa del medio ambiente se convirtió en uno de los temas más importantes en las agendas políticas de la mayoría de los países.

Estudiosos de diversas disciplinas como biólogos, sociólogos, geógrafos, urbanistas, entre otros, se abocaron a crear las condiciones más favorables hacia el planeta para el desarrollo de la vida humana a nivel global y local, llamando a ese conjunto de requisitos, sustentabilidad.

La sustentabilidad busca proteger a la Tierra para que generaciones futuras cuenten con sistemas ecológicos que le proporcionen una buena calidad de vida, evitando la destrucción de la biodiversidad, logrando la convivencia armónica del humano con su planeta.

Tradicionalmente, las ciudades tienen su origen en el crecimiento y desarrollo de pueblos que, por su situación geográfica, evolucionan de pequeños asentamientos a grandes urbes. Esos pueblos, originalmente se conformaban cerca de un río, en un valle, en base a la calidad de la tierra para sembrar, la cercanía con otra población, la propiedad de un predio o simplemente por decisión de los fundadores del mismo.

Las condiciones históricas han cambiado y la conformación de nuevos centros urbanos es cada vez más reducida, sin embargo, el crecimiento poblacional propicia que se busquen nuevos modelos habitacionales, con características muy particulares en cuanto al nivel de vida, el empleo, la ecología y muchos factores más, que den, a los nuevos ciudadanos un sistema de vida sustentable.

Tomado de diarioecologia.com el 18 de julio de 2011

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viernes, 15 de julio de 2011

La palma de cera, árbol nacional


Mediante la ley 61 de 1985, sancionada el 16 de septiembre por el presidente Belisario Betancur, el Congreso de la República adoptó a la palma de cera del Quindío [Ceroxylon quindiuense (Karsten) Wendl.] como árbol nacional. El articulado de esta norma señala: "Artículo 1º. Declárase como árbol nacional y símbolo patrio de Colombia a la especie de palma científicamente llamada Ceroxylon quindiuense y comúnmente denominada Palma de Cera. Artículo 2º. Facúltase al gobierno nacional para que con estricta sujeción a los planes y programas de desarrollo, realice las operaciones presupuestales correspondientes, contrate los empréstitos y celebre los contratos necesarios con el fin de adquirir terrenos, que no sean baldíos de la nación, en la Cordillera Central, para constituir uno o varios parques nacionales o santuarios de flora a fin de proteger el símbolo patrio y mantenerlo en su hábitat natural. Artículo 3º. Prohíbese la tala de la Palma de Cera bajo sanción penal aplicable en forma de multa, convertible en arresto, en beneficio del municipio donde se haya cometido la infracción de conformidad con el decreto ley 2811 de 1974".




Aunque la norma que establece la palma de cera como símbolo nacional es relativamente reciente, desde hace años existía un acuerdo de opinión que la reconocía como tal, tanto entre la población general como entre la comunidad científica.

Por su airoso porte y por los innumerables beneficios de ellas recibidos, las palmeras han estado vinculadas a la vida del hombre y a sus sentimientos desde tiempos inmemoriales. Por ello, el término palma no sólo se aplica a las palmeras sino que tiene una connotación de triunfo, victoria y aplauso; llevarse las palmas equivale a ganar o sobresalir en algo. El orden de las palmeras recibe el nombre de Principes, término equivalente a aventajado, primero, excelente o superior, motivo por el cual se utiliza también como título de honor para los grandes de un reino.

Siempre será tema de discusión la definición de si las palmeras son, en sentido morfológico estricto, árboles o hierbas gigantes. Similar a lo que ocurre en las demás plantas que se reproducen mediante semillas, en las palmeras el eje se diferencia claramente en una raíz y en un vástago, pero en ellas, ese eje aparece como un tronco recto y esbelto que mantiene casi el mismo grosor desde la base hasta el ápice y nunca produce ramas laterales; a cambio, aparece coronado en su extremo superior por un penacho de hojas pinnadas o flabeladas. Merced a este elegante porte y al notable desarrollo, pueden ser consideradas como verdaderos árboles, en los cuales el notable desarrollo de las hojas inhibe la actividad de las yemas laterales.

Las primeras noticias sobre la existencia de palmas de cera se deben a José Celestino Mutis, quien en 1785 consignó en sus apuntes interesantes datos sobre las especies propias de Timaná y de Guaduas, conocidas entonces con el nombre de "chuapa". La especie fue validada mediante una descripción publicada en 1808. Allí se dan interesantes datos relativos a la cera y a los múltiples usos dados al tronco y a las hojas. En una carta dirigida a Bertold Seeman, quien preparaba un interesante libro sobre las palmeras, y fechada en 1855 señala al naturalista alemán: "Hallé este árbol en la Cordillera de los Andes en el Paso del Quindío, entre Ibagué y Cartago, no más bajo en el declive de los 7.930, ni más alto que los 9.700 pies ingleses (Usted puede decir en su "Historia Popular de las Palmas", entre 7.900 y 9.700 pies ingleses) en compañía de árboles de Podocarpus [chaquiros] y Quercus granatensis [robles])".

Sin excepción, la palma de cera llamó la atención de todos los viajeros y naturalistas que recorrieron el camino del Quindío. William Purdie, describe las características y particularidades de nuestro árbol nacional en estos términos: "El altivo, noble tronco de este árbol está cubierto con una capa de cera resinosa, la cual le da una apariencia blanquecina de mármol, proporcionando un animado rasgo distintivo al escenario tan peculiar del páramo del Quindío, donde la palma abunda en grado extraordinario sin causar ningún daño al bosque subordinado bajo su grata sombra. Para obtener la cera el árbol se derriba y fui informado por mis guías que cada árbol proporciona una arroba o 25 libras. Un hombre puede cortar y raspar dos árboles en un día obteniendo al menos cincuenta libras. La cera es usada mezclada con sebo para hacer velas (sola quema demasiado rápido); es usada como vela de cera para ofrecerla a los santos y a la Virgen; el sebo está prohibido por las leyes o rúbrica de la Iglesia Romana; pero el cura de Toche, un pequeño caserío al pie del Quindío, me dijo que no podía permitir su uso en grandes ceremonias en la iglesia, porque las leyes de su religión lo prohiben; así aceptado, es imposible para ellos aprovechar este extraordinario producto natural, fácil de obtener; consecuentemente una gran importación de cera de abejas se ha introducido para uso sólo de la Iglesia. Después de raspada es simplemente derretida y vertida dentro de calabazos para ser usada por los aldeanos en la vecindad de la cordillera del Tolima. Se vende en la ciudad de Ibagué a los pies del Quindío a tres peniques o a medio real la libra; tiene considerable demanda pero es abundante y fácil de obtener."

Jean Baptise Boussingault, Herman Karsten y Edouard André aportan interesantes datos sobre la cera, su forma de recolección y sus usos. Célebres son los grabados hechos tanto por Taylor como por Crane con base en apuntes de André; los mismos fueron publicados y reproducidos en La Amérique Equinoxiale y el "Papel Periódico Ilustrado". En el primero aparece un cosechero o recolector de cera raspando el tronco en lo alto de una palmera; en el segundo se destaca la abundancia y notable desarrollo de las palmeras en la región del Quindío, cuya grandeza motivó al poeta Luis Vidales, quien dedica a la palma un breve pero magistral poema que dice musicalmente:




A la palma del Quindío le conté mi sueño un día. Era la palma, era, era la palma de cera, la palmera, la palma del sueño mío. Cohete que sube al cielo y estalla en el estrellío. Y cuando pasan los vientos la palma se vuelve río... Oid el ruido del aire, el río...., la palma del niño mío. Aquí la palpo guardada, aquí en el pecho, al lado izquierdo del alma en donde llevo al Quindío.

La adopción de la palma de cera como emblema se debió a una propuesta de Armando Dugand, entonces director del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia y reconocido especialista en palmas, quien en julio de 1949 la propuso como tal al comité organizador del Tercer Congreso Suramericano de Botánica. Este comité estaba presidido por Enrique Pérez Arbeláez, el naturalista más destacado del siglo XX en Colombia, fundador del Herbario Nacional Colombiano y del Instituto de Ciencias Naturales y promotor de la publicación de la Flora de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada.
En una documentada exposición de motivos, Dugand destacó la palma de cera como un verdadero patrimonio estético de la nación y como una de las notabilidades florísticas más típicas de la vegetación colombiana, no sólo por ser un elemento destacado y característico del paisaje andino, sino por la cera que produce, por lo extraordinario de su hábitat, que se sale ampliamente de los límites geográfico-altidudinales comunes en la familia de las palmas, además de ser la más hermosa y más desarrollada dentro del género, puesto que puede superar los 50 metros de altura. La palma fue propuesta también como símbolo del Congreso que debía realizarse en Bogotá en 1953, pero que por iniciativa gubernamental fue cancelado, por lo cual su sede se trasladó a Lima. Desde entonces, la palma de cera ha sido considerada como árbol nacional. Así figura en múltiples escritos, actas y documentos y en especies postales.

En el comunicado Nº 1 del Congreso antes citado se señala: "La insignia del Tercer Congreso Botánico Suramericano, siguiendo la práctica de los precedentes, lleva con la leyenda adecuada, la figura de la planta nacional del país sede. Colombia ha escogido como sus emblemas vegetales, la Cattleya de Triana y la Palma de Cera del Quindío. Una de estas (la palma) figurará en el escudo del Tercer Congreso en su medio ambiente de montaña y nevados". En efecto, en la papelería del certamen figuró la palma como emblema y así se difundió al mundo.

En 1979 el gobierno nacional, a través de Colcultura, organismo entonces adscrito al Ministerio de Educación Nacional, publicó bajo el título de "Los símbolos nacionales" un álbum elaborado por Joaquín Piñeros Corpas. En él figuran, junto con la explicación del origen del nombre Colombia, la historia de la bandera y la letra del himno nacional, la palma de cera, como árbol nacional, la flor de mayo o Cattleya trianae como flor nacional, y la esmeralda como piedra representativa del país.

Tomado de banco de la república el 15 de julio de 2011

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jueves, 26 de mayo de 2011

80% de la producción maderera proviene de bosques nativos


Bogotá. Que del ciento por ciento de la producción maderera en Colombia, el 80% provenga de bosques nativos, y solo el 20% de plantaciones, es un indicador de que el país requiere urgentemente una política en pro de la protección de los recursos naturales.

Según estudios realizados por diferentes instituciones universitarias, anualmente en el territorio nacional se registra una deforestación promedio de 598.000 hectáreas, producto no solo de la intervención de la industria maderera, sino también de la explotación agropecuaria y el desarrollo de construcciones de manera descontrolada, esto sin incluir la expansión de los cultivos ilícitos.

Y es que a pesar de que el Gobierno expidió en el 2006 la Ley 1021 que estableció el Régimen Forestal Nacional, y que uno de los grandes temas planteados es el compromiso del Estado en cuanto a la conservación y sostenibilidad de los bosques nativos, expertos consideran que los esfuerzos deben ir más allá, y que el compromiso debe partir desde las mismas comunidades y las empresas privadas, que son las que finalmente tienen una relación directa con los recursos naturales.

Los proyectos
En ese sentido, son precisamente las compañías de diferentes sectores las que han emprendido un fuerte trabajo encaminado a contribuir con la reforestación de zonas dañadas.

Tal vez la que lleva más tiempo en el tema es Mineros, que en 1982 inició la plantación de árboles en las partes afectadas por la explotación del oro, principalmente en el Bajo Cauca Antioqueño.

Esta iniciativa tiene como fin sembrar 100 hectáreas de bosque al año con especies nativas y exóticas.

Adicional, Mineros también recuperando 123 hectáreas afectadas por la minería ilegal, específicamente en la vereda Naranjal del municipio de Zaragoza.

Actualmente la firma adelanta todo lo necesario a la preparación de las tierras y la construcción de un vivero de 800 metros cuadrados, sitio que permitirá producir 120.000 plántulas de las especies balso, tambor, melina, acacia mangium y samán.

"El manejo ambiental de la zona de explotación ha sido siempre una prioridad para la compañía", dijo el director de la División Ambiental Corporativa, Carlos Mario Castaño.

Otra de las empresas que dejó en claro su compromiso es Copa Airlines Colombia, que recientemente sembró 2.000 árboles en las inmediaciones del lago Tarapoto en el Amazonas. Esta iniciativa se adelantó allí porque es en este sitio donde se da origen a los delfines rosados y grises.

Con esta propuesta, la aerolínea sumó un total de 13.000 árboles sembrados en el país, los cuales han sido, principalmente, de especies nativas colombianas.

"La función de las siembras es que los frutales generen alimento para las comunidades y al tiempo, atraigan peces, los cuales a su vez fomentarán la llegada de delfines, los cuales han migrado por la fuerte tala en la zona", explicó el presidente de Copa Airlines Colombia, Roberto Junguito.

Por su parte, la Cámara de Comercio de Bogotá fue otra de las organizaciones que se sumó a esta iniciativa. En ese sentido, en noviembre pasado donó un total de 200.000 árboles bajo el programa `Planta tu huella`.

Además, esparció 25 millones de semillas en los cerros orientales de la capital del país.

Según la presidenta de la CCB, Consuelo Caldas, actualmente en la ciudad hay un déficit de árboles cercano al millón, lo que indica que por cada seis habitantes solo hay un árbol, cuando debería ser uno por cada tres personas.

Kimberly sembrará 10.000 árboles
En alianza con Contreebute, Colombiana Kimberly Colpapel se comprometió a sembrar un total de 10.000 árboles de especies nativas en el territorio nacional en lo corrido del año. Según la empresa, el propósito es promover el adecuado uso de los recursos forestales para contrarrestar de esta manera los altos niveles de contaminación. Esta iniciativa se suma a un programa que viene ejecutando la organización desde hace algún tiempo, en donde se destaca la siembra de 8.800 árboles, los cuales fueron entregados a modo de regalo a sus principales clientes. En ese sentido, Scott recibió 3.000 unidades, Scribe 1.000, Kimberly Clark Profesional o Línea Institucional 2.000 y la cuota corporativa con 2.800. Con respecto a esta propuesta, la compañía plantó los árboles en zonas afectadas por la violencia como Guarne y San Carlos en Antioquia. Es necesario tener en cuenta que los árboles capturan el CO2, purifican el aire y generan más agua. "Es por ello que la compañía ha involucrado a sus clientes en su compromiso con la sostenibilidad ambiental, generando conciencia en las empresas con una cultura de consumo responsable, por la protección del medio ambiente y el respeto por el planeta", explicó la organización.

Las opiniones
Roberto Junguito
Presidente de Copa Airlines Colombia
"Los 2.000 árboles en el Amazonas permitirán que regresen los delfines y, al mismo tiempo, que exista una mayor sostenibilidad alimentaria para las poblaciones que habitan en esta zona del país".

Consuelo Caldas
Presidenta de la Cámara de Comercio de Bogotá
"Actualmente la capital colombiana registra un déficit de cerca de un millón de árboles. Hoy en Bogotá, por cada árbol hay seis personas, cuando la relación debería ser de uno por cada tres habitantes".

Carlos Mario Castaño
Director de la división ambiental corporativa de Mineros
"Para Mineros el manejo ambiental y la protección de los recursos en las zonas en donde se hace la exploración y explotación de los minerales siempre ha sido uno de los principales objetivos".

Tomado de la república el 26 de mayo de 2011

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sábado, 21 de mayo de 2011

Prefieren el vidrio




Una encuesta realizada en 17 países europeos y publicada por la consultora independiente de investigación InSites, demuestra que el vidrio es el material preferido por el 75% de los consumidores europeos para seleccionar alimentos y bebidas. Las razones principales para preferir el vidrio son las siguientes: este material conserva intacto el sabor del producto, se considera que es sano y seguro, y por último, es amigable con el medio ambiente.


El estudio elaborado por InSites se realizó con 9.000 consumidores en 17 países de Europa y la encuesta confirmó que el vidrio es la opción preferida para el 75% de los europeos.

La preferencia es la misma para los materiales de envase, los europeos prefieren materiales como el vidrio que conserva los productos saludables y que es amigable con el medio ambiente. El 80% de los encuestados prefiere el vidrio por ser un material 100% reciclable y de excelente calidad.

El 65% de los consumidores europeos eligen el vidrio, ya que conserva mejor el sabor de la comida o bebida que contiene.

Los encuestados perciben los envases de vidrio como una elección más natural. La mitad de los consumidores europeos consideran el vidrio como el mejor material de envasado debido a que es respetuoso con el medio ambiente.

Tomado de la nota económica el 21 de mayo de 2011
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