sábado, 7 de agosto de 2010

Cómo deshacerse de la basura diaria

¿Qué tiramos a la basura?


En el peso global de la basura que cada día llevamos al contenedor casi la mitad de los residuos (47,7%) son plásticos (14%), seguidos de latas (11,7%) y papel o cartón (20%) y la mayor parte de ellos responde a envases y embalajes de productos que bien podrían servirse de otra forma o cuyo envoltorio podemos volver a utilizar. Tanto el proceso de producción de estos envases y productos, como el propio proceso de transformación de un material desechado para reutilizarlo (proceso de reciclado) supone un grandísimo gasto energético que cada uno de los consumidores puede minimizar desde la actitud diaria de la compra, la casa, la oficina o los usos de los productos.

El primer paso en nuestra ayuda diaria por la conservación del medio ambiente lo podemos dar en la separación de basuras en nuestra propia casa. De este modo nos facilitamos la deposición posterior en los contenedores que recogen los productos reciclables.

¿Qué podemos reciclar?

Las basuras orgánicas son las que depositamos en los contenedores normales. Esta basura se puede utilizar para realizar "compost", un abono para la agricultura, similar al humus de un bosque que permite enriquecer la tierra y permite la absorción de los nutrientes por parte de los vegetales.

Los envases de vidrio se depositan en los "iglús" de color verde y se pueden reciclar para, de nuevo, fabricar nuevos envases. Sin embargo el proceso de elaboración de estos nuevos envases, aunque minimiza la materia prima utilizada, todavía utiliza energía adicional. Por eso sería conveniente la reutilización de los envases de vidrio, es decir poder devolver los "cascos" utilizados en el mismo establecimiento o supermercado donde lo hemos comprado, tal y como se hacía hace años.

Los envases plásticos y los metales (latas sobre todo), pueden depositarse en los contenedores de color amarillo. Con los envases plásticos reciclados se pueden fabricar bolsas, mobiliario urbano, señales de tráfico e, incluso, cajas de detergente. Por su parte, las latas se pueden reciclar en un 100%, incluida la chapa que sirve para abrir y que sufrió una modificación precisamente para contribuir a su reciclado. También podemos reciclar el papel y el cartón. Si depositamos nuestros residuos de papel en los contenedores azules podemos contribuir al ahorro en la tala de bosques. El reciclado y posterior uso de papel es uno de los procesos más antiguos de transformación de materia usada. La mayor parte del papel se puede reciclar (papel de regalo, cartones de galletas, cajas de electrodomésticos, facturas, periódicos viejos,..). Tan sólo se exceptúa algún tipo de papel usado en oficinas como el papel de autocopiado, las etiquetas adhesivas o el papel térmico de fax.

Las pilas son un producto altamente contaminante cuya influencia negativa en el medio ambiente proviene de los materiales utilizados. Las más peligrosas son las de botón, ya que una sola de ellas puede contaminar hasta 600.000 litros de agua potable. Por eso es importante depositarlas en los contenedores que encontramos en determinados comercios.

Ecoparques

Existe otro grupo de productos, como los fluorescentes que iluminan las cocinas, viejos electrodomésticos, aceites de coches, ordenadores, aerosoles, radiografías, etc,.. productos que no pueden depositarse directamente en los contenedores que encontramos en las calles de nuestras ciudades. Para evitar vertidos ilegales y vertederos incontrolados donde se apilen productos inservibles pero con desechos peligrosos, en muchas comunidades autónomas existen centros de recogida selectiva de residuos que permiten depositar todos estos productos. Punto Limpio, Ecoparque, Punt Net, Garbi Gune son las designaciones que podemos encontrar en País Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid, Andalucía o Murcia entre otras.

El circuito de las tres R

Reducir

El reciclado de envases y de productos que nos son inservibles nos ayuda a minimizar el uso de recursos. Sin embargo también podemos contribuir a un medio ambiente limpio y equilibrado si en nuestras compras reducimos la cantidad de envoltorios y de embalajes. En general, los envoltorios de cartón, papel o vidrio son menos dañinos ya que tanto su producción como su reciclado lo son. También podemos minimizar la cantidad de residuos que generamos si optamos por comprar envases familiares de productos de limpieza o de alimentos. A la hora de hacer la compra de productos, los frescos y a granel conllevan menos envoltorios. Es cierto que el ritmo de vida actual obliga a comidas rápidas, enlatadas o envasadas. Podemos elegir aquellas cuya base sea más fácil después para reciclar o reutilizar. En la limpieza del hogar, encontramos remedios naturales como el vinagre que sirve como fregasuelos, detergente, fijador de color en las prendas de lana y desengrasante. El suavizante en exceso en la lavadora, no sólo puede perjudicar la colada, sino que se trata de uno de los productos más impactantes contra el medio ambiente. Y en vez de ambientadores, podemos sustituirlos por plantas aromáticas o vaporizadores de aceites esenciales.

Reutilizar

Significa que podemos rentabilizar con un doble uso los productos adquiridos. Vale la pena decantarse por productos duraderos, frente a los de "usar y tirar". Por eso tarros de cristal, cajas de cartón, o frascos pueden utilizarse varias veces en casa.

Reciclar

El reciclado es el último paso. Después de una compra inteligente y de un uso consciente de los productos, podemos reciclar todo aquello que no vayamos a utilizar. Para que el proceso de reciclado dé un buen resultado conviene separar los residuos y depositarlos en los contenedores adecuadas e identificados por colores diferentes.

http://www.ecoticias.com/residuos-reciclaje/30679/Como-deshacerse-de-la-basura-diaria

martes, 20 de julio de 2010

20 Consejos para disminuir nuestra dependencia del petróleo

Hace algunos días, la empresa petrolera BP anunció que finalmente se había logrado frenar el derrame que estuvo llenando las aguas del Golfo de México de crudo por más de 90 días. Pero las buenas noticias no duraron mucho: esta mañana informes oficiales señalaron que se encontró una filtración de metano cerca del pozo que podría indicar que hay más problemas alrededor del mismo.


Mientras se termina de definir la causa y gravedad de este nuevo suceso y se sigue lidiando con las consecuencias del peor derrame de crudo de la historia de Estados Unidos, alrededor del mundo se extienden las discusiones sobre la dependencia del petróleo: ¿hasta cuándo se puede seguir avanzando en buscar este codiciado combustible en los rincones más remotos de la tierra? ¿cuál es el límite?

Si bien se trata de un tema muy complejo, un punto para empezar puede ser el observar y disminuir el consumo de petróleo en nuestra propia vida.

Greenpeace internacional compiló una serie de consejos para disminuir el consumo de crudo en nuestra vida, que fueron complementados por otros tips enviados por lectores. Acá está la lista:

1. Un tema sobre el cual hablamos varias veces en Descubre el verde: evitá el uso del auto. Compartí el viaje, andá en bicicleta o usá transporte público para ir al trabajo.

2. Cuando sea posible, elegí productos sin envases ni componentes de plástico, derivado del petróleo. Reutilizá y reciclá el plástico de tu casa.

3. Comprá frutas y verduras orgánicas (muchos fertilizantes y pesticidas están hechos a base de petróleo).

4. Elegí productos de belleza (shampoo, jabones, cosméticos) realizados con ingredientes naturales. Aunque no lo creas, productos como lápices de labios, delineadores de ojos y esmaltes de uñas, entre muchos otros, muchas veces contienen derivados del petróleo.

5. Optá por productos locales (para evitar el transporte en vehículos alimentados por petróleo).

6. Comprá indumentaria realizada con materiales derivados de fibras naturales y no sintéticas.

7. Evitá el uso de productos descartables.

8. No tomes agua embotellada (tema del que hablamos antes).

9. Realizá menos vuelos y elegí en su lugar trenes.

10. Apoyá con tu voto iniciativas de dirigentes políticos que promuevan la energía renovable.

11. Evitá el uso de objetos y materiales comunes como espuma de poliestireno, chicle, y bolígrafos descartables.

12. Hacé tus compras en tu barrio caminando y dejá el auto en casa.

13. Si te es posible, directamente renunciá a los vuelos.

14. En lo posible, elegí un proveedor de energía renovable para tu hogar.

15. Bajá el termostato de tu casa al menos un grado.

16. Cuando veas buzones de sugerencias en restaurantes y comercios, utilizalos para recomendar que usen menos envases y empaques de plástico.

17. Si te es posible, instalá un calentador solar de agua en tu casa.

18. Mejorá el aislamiento térmico de tu hogar para evitar grandes consumos de energía.

19. Consultá con tus superiores si es posible que trabajes desde casa aunque sea un día a la semana (para evitar viajes).

20. Votá y apoyá a figuras políticas expresamente dedicadas a la promoción de energías renovables.
http://blogs.tudiscovery.com/descubre-el-verde/2010/07/20-consejos-para-disminuir-nuestra-dependencia-del-petroleo.html

sábado, 10 de julio de 2010

7 Hábitos verdes que tenían nuestros abuelos y que podríamos replicar

Probablemente más bien por necesidad que por decisión, las generaciones pasadas tenían un estilo de vida mucho más sustentable que el actual. Sólo basta pensar en los envases y botellas de vidrio retornables que se usaban para alimentos y bebidas, en las bolsas de tela y changuitos de compras que tenían las abuelas, y en la ausencia de productos de plástico descartables en las casas para tener una idea de qué estamos hablando.


Y si bien es imposible pretender ser iguales que ellos porque los avances tecnológicos y culturales ya forman parte de nuestras vidas, hay algunos hábitos que bien podríamos retomar.

El sitio Mother Nature Network tiene una interesante lista muy simple de 7 costumbres de nuestros abuelos que podríamos volver a implementar. Estos son:

- Beber agua corriente (en aquellos casos en los que sea seguro) y evitar el consumo de agua ambotellada. Algo que, por otro lado, también generaciones actuales están cuestionando.

-Secar la ropa en tendederos en lugar de utilizar una secadora eléctrica, que consume grandes cantidades de energía.

-Sembrar plantas comestibles y árboles frutales en jardines para tener alimentos de producción local (y evitar de esa forma consumir otros que viajan kilómetros desde granjas en diferentes partes del país o del mundo).

-Recolectar agua de lluvia para el riego de jardines y otros usos, ahorrando de esa forma en la factura de agua y aliviando la presión en las reservas de agua dulce del planeta.

-Evitar comer afuera todo el tiempo y llevar tu propio almuerzo al trabajo, para disminuir la cantidad de basura que genera la compra de comida para llevar (empaques, cubiertos y recipientes de plástico descartables, etc.).

-Jugar con cartas, dados, o juegos no virtuales, que tienen un menor impacto en el consumo energético que los dispositivos electrónicos con los que juegan los chicos en la actualidad.

-Comprar menos: la principal virtud que tenían las personas en décadas pasadas. Ya sea por falta de recursos, porque los objetos eran más caros o porque simplemente las cosas duraban más tiempo, en general las personas compraban menos que nosotros. El promover un consumo responsable es algo que muchos grupos están haciendo, con fechas como el Día de no comprar nada (Buy nothing day) en el Reino Unido. Además, ya fue comprobado que el consumo de productos no hace a la felicidad.

¿Alguno ya practica algunos de estos hábitos? ¿Qué otras cosas 'verdes' que hacían nuestros abuelos se les ocurren?
http://blogs.tudiscovery.com/descubre-el-verde/2010/07/7-habitos-verdes-que-tenian-nuestros-abuelos-y-que-podriamos-replicar.html

sábado, 3 de julio de 2010

10 alimentos que deberíamos consumir ecológicos

Estas toxinas pueden contaminar la comida y se transmiten a las personas cuando la consumen. Muchos ya tienen claro que esto puede ser perjudicial para la salud. Otros simplemente optan por la agricultura ecológica porque sus métodos conllevan una menor contaminación. Como sea, si no podemos acceder a una cesta de la compra completamente orgánica, aquellos alimentos que ingerimos con regularidad deberían ser ecológicos para no acumular sustancias tóxicas en nuestro organismo.


10. Carne

El brote de la enfermedad de las vacas locas en la década de 1990 dio un gran impulso a la carne orgánica. La normativa impone a los ganaderos ecológicos que no pueden dar a sus animales antibióticos que les hagan resistentes a la enfermedad. La hormona del crecimiento para acelerar el desarrollo de los animales también está prohibida en el ganado criado para producir carne orgánica certificada.

El ganado y las aves de granja deben alimentarse con granos que se cultivan sin fertilizantes químicos ni pesticidas. No está permitido el pienso que contiene subproductos de la carne, el medio de propagación de la enfermedad de las vacas locas. Además, la ternera ecológica debe provenir de una vaca a la que se le dio piensos orgánicos durante el último tercio de su gestación.

La etiqueta ecológica también significa que el animal diariamente tenía acceso al exterior por algún tiempo. Sin embargo, estos requisitos no están claramente definidos y al aire libre puede significar que el pollo se crió en una jaula con rejilla abierta al exterior.

9. Productos Lácteos

La leche no ecológica puede contener trazas de pesticidas. Como la leche es un alimento básico para los niños, esto es motivo de atención. La leche orgánica es más pura. Procede de vacas alimentadas a partir de granos cultivados sin abonos químicos ni pesticidas. La hormona del crecimiento tampoco está permitida, al igual que los antibióticos, porque podrían entrar en la leche. El uso generalizado de antibióticos también aumenta la posibilidad del desarrollo en el futuro de bacterias resistentes a dichos antibióticos. Las vacas lecheras ecológicas deben pastar en el campo con regularidad y el pienso que se les suministra no puede contener plaguicidas ni fertilizantes, lo que disminuye el impacto de la cabaña en el medio ambiente. Los mismos preceptos de aplican al resto de productos derivados de la leche, como el yogurt, helados, mantequilla o queso.

8. Huevos

De los pollos a los huevos pueden pasar pequeñas cantidades de pesticidas y, a partir de ahí, a los muchos alimentos preparados con ellos. Los huevos ecológicos provienen de aves que se alimentan con grano orgánico y no se les suministra ni hormona del crecimiento ni antibióticos.

Sin embargo no es la falta de contaminantes lo que convierte a los huevos orgánicos en una necesidad, sino cómo se producen esos huevos. La filosofía aquí es que los pollos felices producen mejores huevos. Los defensores de los huevos orgánicos dicen que el origen marca la diferencia. Las gallinas camperas o de corral tienen acceso a un patio, además de no estar tratadas con productos químicos.

¿Huevos blancos o morenos? No hay diferencia nutricional entre unos y otros. El color del huevo depende de la raza de la gallina. Las gallinas blancas ponen huevos blancos y las marrones, oscuros. Es así de simple. Por otro lado, los huevos ecológicos no se limitan a los de gallina. Algunos productores orgánicos ofrecen variedad de opciones exóticas: ganso, codorniz e incluso huevos de avestruz.

7. Café

El café suele ser la manera de despertar al día. A menudo, los granos con los que preparamos esa estimulante taza de café se han cultivado en un país que no regula el uso de plaguicidas y fertilizantes. Todo lo contrario a lo que hace ecológico a un café

Además de la etiqueta ecológica, también conviene buscar la etiqueta de Comercio Justo, que garantiza que los productores de café han sido pagados de manera justa y bien tratados.

Un elemento más a considerar antes de disfrutar de esa taza humeante es si es de origen Shade-grown, es decir, de café cultivado a la sombra del bosque, un método de producción que preserva los majestuosos árboles de la selva y la biodiversidad que alberga.

6. Melocotones, manzanas, nectarinas, fresas, cerezas y uvas

Con el lavado no eliminamos todos los plaguicidas de un melocotón no ecológico y, al pelarlo, se pierden un montón de beneficios nutricionales de la fruta. Además de los melocotones, muchas otras frutas contienen altos niveles de pesticidas. Las manzanas y las nectarinas también son de los alimentos más cargados de plaguicidas. Por su parte, las fresas absorben gran cantidad de veneno a través de su fina piel, que además no se puede pelar. Lo mismo ocurre con las cerezas. Las uvas y las pasas no orgánicas también entran en el mismo saco tóxico. Muchos zumos de frutas que ofrecemos a los niños contienen jugo de uva, con lo que se hace especialmente necesario buscar la etiqueta ecológica. Comprar frutas extranjeras fuera de temporada es arriesgado, ya que las normas son laxas en muchos de los países de origen, sin olvidar el coste ambiental del transporte.

5. Patatas

La omnipresente patata absorbe una dosis doble de toxinas cuando se cultiva en condiciones no ecológicas. Los productores fumigan pesticidas en las plantas y añaden fungicidas al suelo para prevenir que los tubérculos enfermen. Los fungicidas previenen el llamado tizón, causante de la hambruna de la patata a mediados de la década de 1800 en Irlanda y que provocó la muerte de alrededor de un millón de personas. No hay buenos métodos orgánicos para combatirlo, por lo que el precio de las patatas ecológicas es más del doble que el de las no ecológicas.

El nivel de plaguicidas para la batata es un poco inferior pero también lo suficientemente alto como para optar por la de cultivo ecológico.

4. Pimientos, judías, tomates, apio, zanahorias y coliflor

Los pimientos, sean de la clase que sean, absorben como esponjas los pesticidas a través de su fina piel. Son propensos a la infestación por insectos, por lo que están sujetos a fuertes fumigaciones de insecticidas en las grandes granjas comerciales. Aunque se laven y pelen estas delicias de colores no se elimina su contaminación.

Otras verduras que muestran un elevado nivel de residuos de plaguicidas son el apio, las judías verdes y los tomates. Los cherry son pequeños y difíciles de limpiar. El apio no tiene piel protectora, así que es otro candidato para la compra ecológica. Según los estudios, también las tasas de plaguicidas en las zanahorias y la coliflor es considerable si su origen no es ecológico.

3. Verduras de hoja verde

La ensalada es una opción sana, siempre que no esté elaborada con verduras cargadas de productos químicos que pueden acabar por intoxicarnos. A los insectos, gusanos y babosas les encantan las hojas tiernas de espinacas y lechugas, tanto como nosotros. Algunos de los pesticidas más potentes se aplican sobre las verduras que utilizamos en nuestras ricas ensaladas. La espinaca es la verdura con mayor cantidad de plaguicidas. Por el contrario, los agricultores ecológicos, para mantener a los insectos a raya, se sirven de repelentes no tóxicos y de trampas como las redes.

Vegetales como la col rizada, las hojas de mostaza y de nabo y las berzas también están en lo alto de la tabla por riesgo de contaminación con plaguicidas. Si es posible, resulta más seguro comprar la versión orgánica de estas verduras de consumo abundante.

2. Alimentos para bebé

Los bebés y niños pequeños son especialmente susceptibles a los efectos nocivos de los plaguicidas, antibióticos, hormonas y cualquier producto químico. Como la comida del bebé a menudo se hace a base de verduras y frutas concentradas, el nivel de cualquier sustancia sintética se intensifica en los platos.

Muchos pesticidas utilizados en frutas y vegetales son tóxicos para el cerebro y pueden interferir en su desarrollo. La hormona sintética del crecimiento utilizada en la carne puede causar pubertad precoz en las niñas (fuente: Cornell). Al final, la exposición a toxinas en ciertas fases del desarrollo puede ser crítica. Los tóxicos que no tendrían mayor efecto en un adulto, pueden dañar el sistema nervioso y el cerebro de un niño. Si a esto se suma el pequeño tamaño del cuerpo del bebé, la combinación resulta incluso más peligrosa.

Si el niño no ha sido alimentado con productos orgánicos, el cambio a la dieta ecológica puede disminuir su nivel de plaguicidas en sangre (fuente: Curl). La comida orgánica puede beneficiar al niño, incluso antes de que nazca, ya que los productos químicos tóxicos en el torrente sanguíneo de la madre pasan al feto (fuente: Consumer Reports).

1. Los caprichos favoritos

Los químicos peligrosos están por todas partes - en nuestro organismo, en nuestro entorno y en nuestros alimentos. Casi todos pueden tolerar unos pocos plaguicidas pero, pero como con cualquier cosa, el exceso no es bueno. Los expertos afirman que todo lo que se come en abundancia debe ser ecológico, para evitar la sobre exposición a ciertos productos químicos. Mientras que unos cuantos residuos de pesticidas en la bolsa de aperitivo puede no estar mal, si los consumimos a diario, empezamos a apostar por la acumulación de tóxicos en nuestro cuerpo (por no hablar de la obesidad). Lo mismo con las salsas elaboradas, la comida precocinada, la bollería industrial, etc.. Es especialmente importante recordar esta regla para los bebés y los niños, porque en su pequeño cuerpo las toxinas se acumulan rápidamente.

También es cierto que no todos los alimentos aglutinan igualmente las sustancias tóxicas que se les aplica para su cultivo. De hecho, algunos de ellos no están tan contaminados cuando se trata de la versión convencional, no ecológica. Los siguientes 10 productos del huerto, o bien no absorben demasiado los pesticidas o se pelan antes de comer: espárragos, aguacates, plátanos, brócoli, col, kiwi, mango, cebollas, papaya, piña.
http://www.ecoticias.com/alimentos/28824/10-alimentos-que-deberiamos-consumir-ecologicos

domingo, 23 de mayo de 2010

10 razones para reciclar

Razones para reciclar:


1. Se disminuye considerablemente el volumen de los residuos generados.

2. Se minimiza la contaminación del planeta, ya que al separar nuestros residuos evitamos que se acumulen en ríos, orillas, acantilados y barrancos.

3. Se evita la contaminación y focos de infección dentro de nuestra comunidad.

4. Se disminuye el acarreo de los residuos.

5. El personal de recolección de residuos puede realizar su trabajo más dignamente. De hecho, se crea nuevas fuentes de trabajo.

6. Se disminuye la extracción de recursos naturales no renovables. Se evita la sobreexplotación de recursos naturales.

7. ¿Por qué reciclar los envases? El plástico está hecho de petróleo y de carbón que no se disuelven. Su versatilidad le permite una gran variedad de aplicaciones, especialmente en envases desechables. Esto significa un enorme volumen en los vertederos. Generalmente cuentan con un código de identificación que va del 1 al 7 dependiendo de sus características.

8. Al separar nuestros residuos orgánicos, podemos elaborar abono o acondicionador de suelo para usar en nuestros jardines y/o cultivos, lo cual evita el uso de fertilizantes químicos innecesarios y reduce la contaminación de las aguas.

9. ¿Por qué reciclar el papel? El papel fabricado con celulosa de los árboles, se procesa con materiales líquidos convirtiéndolo en una pulpa, desde donde se recupera la fibra de papel. Esta fibra luego es presionada por enormes rodillos donde termina de botar los restos de líquido, para luego ser enviada a secadores a vapor.

10. Se aprovechan los recursos presentes en los materiales reciclables.
http://www.mundo-geo.es/green-living/10-razones-para-reciclar

sábado, 22 de mayo de 2010

Día internacional de la biodiversidad

En el marco de la Celebración del Día Internacional de la Diversidad Biológica, 22 de Mayo de 2010, se ha exaltado el reconocimiento del valor de la biodiversidad para el bienestar humano, destacando la importancia de la conservación de la biodiversidad como mecanismo para erradicar el hambre, la pobreza e incentivar el desarrollo humano dentro de todos los sectores globales.


Colombia, como país megadiverso, ha considerado la importancia de conservar los ecosistemas que representan la nación y son fuente de supervivencia de las poblaciones urbanas y rurales, éstas últimas caracterizadas por abarcan un alto porcentaje del total de la población nacional.

A nivel institucional se han implementado mecanismos para conservar la biodiversidad, mejorando la producción de cultivos en diferentes fincas, incentivando el uso de sistemas sostenibles por parte de los administradores y dueños de los terrenos. Dentro de los sistemas implementados, están las plantaciones de sombrío para los cultivos de café, el crecimiento de plantas epifitas sobre los sistemas silvopastoriles y la constitución de cercas vivas. Esto con el fin de mitigar los efectos que pueda traer un cambio fuerte en los sistemas de producción, conservar la biodiversidad local y así mismo, mejorar la calidad de las cosechas resultantes.
http://www.humboldt.org.co/correos/AIB2010/boletin_dia_internacional_biodiversidad.htm

domingo, 2 de mayo de 2010

Las lecciones del volcán de Islandia

Ya todos estarán al tanto de la erupción del volcán Eyjafjallajökull en Islandia, que desde el viernes 16 de abril dejó a millones de personas varadas en aeropuertos de todo el mundo.


Mucho se ha hablado sobre el impacto que tuvo este fenómeno natural, no sólo en la movilidad aérea sino también en el medio ambiente y en las concepciones culturales que teníamos hasta el momento. Y, ahora que los vuelos comienzan a reanudarse y todo empieza a volver a su lugar, podemos resumir algunas conclusiones de lo que marcó el volcán en este 2010.

Una lección para los escépticos del clima

La erupción del volcán fue, en primer lugar, una prueba del impacto que los seres humanos están teniendo en el planeta. Como lo explica The Guardian, hasta el momento muchos escépticos del cambio climático aseguraban que las erupciones de los volcanes y fenómenos naturales eran más contaminantes que las emisiones producidas por los seres humanos.

Pero el Eyjafjallajökull permitió medir estas emisiones y datos de diferentes fuentes demostraron que las emisiones ahorradas al planeta por los vuelos cancelados en todo el mundo fueron mayores a las emitidas por el volcán, como lo demuestra en un bello gráfico Information is Beautiful.

¿Llegó el momento de impulsar el transporte en trenes?

Otra lección que dejó el volcán fue lo dependientes que se han vuelto algunos países y grupos de personas del transporte aéreo. De acuerdo a cifras de The Guardian, en Europa se realizan a diario unos 22 mil vuelos, de los cuales el 60% tuvieron que ser cancelados.

¿Los pasajeros que tenían pasajes de tren? Retornaron a sus hogares sanos y salvos sin problemas. Diversas voces en diarios, blogs y programas se preguntaron si esta no era una nueva oportunidad para empezar a impulsar y apoyar más el transporte en trenes.

Si bien esto depende más bien de la mejora de infraestructura por parte de los gobiernos, los consumidores pueden empezar a hacerlo eligiendo a este medio de transporte sobre los aviones cuando sea posible.

¿Estamos demasiado malacostumbrados a tenerlo todo, ya?

Finalmente, la desesperación de los pasajeros en todo el mundo por no poder volver a sus hogares hace pensar: el poder volar de una punta a otra del planeta en unas horas, ¿es un derecho o un privilegio?

Este tipo de fenómenos tienen que volver a hacernos pensar en cosas que damos por sentadas cuando en realidad, todavía la naturaleza puede hacer con nosotros lo que quiera.

Como dice el periodista Adam LeBor en un artículo para Guardian: "Hay algo de dicha en el triunfo de la naturaleza sobre el fino 'enchapado' de la civilización moderna. (...) Así es que, si bien reconozco el costo humano y económico de las cenizas, una parte de mí saluda al Eyjafjallajökull. Su erupción es un recuerdo saludable de quién, aún en la era de lo instantáneo, es quien dirige a la tierra. Y no somos nosotros".
http://blogs.tudiscovery.com/descubre-el-verde/2010/04/las-lecciones-del-volcan-de-islandia-sobre-emisiones-trenes-y-cambios-culturales.html